Una biopsia es un procedimiento para extraer pequeñas muestras de la próstata y luego examinarlas al microscopio. Una biopsia por punción con aguja gruesa es el principal método usado para diagnosticar el cáncer de próstata. Por lo general se la hace un urólogo.
Durante la biopsia, el médico generalmente observa la próstata con un estudio por imágenes, como ecografía transrectal (TRUS) o MRI, o una “fusión” de las dos.
El médico inserta rápidamente una aguja delgada y hueca en la próstata. Esto se hace a través de la pared del recto (una biopsia transrectal) o a través de la piel entre el escroto y el ano (una biopsia transperineal). Al retirar la aguja, se extrae un pequeño cilindro de tejido prostático.
Esto se repite varias veces. Con mayor frecuencia, el médico tomará alrededor de 12 muestras cilíndricas de diferentes partes de la próstata.
Las muestras obtenidas por medio de la biopsia se enviarán a un laboratorio para observarse con un microscopio y ver si contiene células cancerosas. Por lo general, los resultados (presentados en un informe de patología) están disponibles de 1 a 3 días, aunque a veces podría tomar más tiempo. Los resultados pueden ser reportados como:
Si experimenta cualquiera de estos síntomas u otros que le causan preocupación.
Experto en el manejo de los tumores genitourinarios como el cáncer de próstata, testículo, vejiga, pene y cáncer renal y tratamiento mínimamente invasivos.
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